El SA80 es, sin duda, uno de los fusiles de asalto más polémicos y detestados de la historia de las armas. Su irrupción en la escena internacional, allá por la década de los 80, generó grandes expectativas entre los estamentos militares gracias a su diseño bull-pup. Sin embargo, sus problemas de interrupciones y escasa fiabilidad acabaron condenándolo al ostracismo.
A finales de la década de 1960, el Ejército británico comenzó a plantearse la necesidad de sustituir al vetusto L1A1 SLR de calibre 7,62x51mm como arma oficial de sus tropas de asalto. El elegido para cumplir esa misión fue el SA80 (Small Arm for 80s), un innovador fusil con armazón de acero estampado y piezas plásticas, que además contaba con una configuración bull-pup. Este moderno diseño, similar al que presentaban sus contemporáneos FA MAS y Steyr AUG, fue el argumento principal esgrimido por los creadores del SA80 para que su arma pasara a equipar a los soldados de la Gran Bretaña. Así, a mediados de la década de 1980, concretamente en 1984, las autoridades militares británicas adoptaron el SA80 como fusil de asalto oficial de todos sus ejércitos.
A pesar de todo, el nacimiento del SA80 no fue tan apacible como pueda aparentar. En un principio, la compañía estatal Enfield presentó al fusil EM-2 para sustituir al L1A1 SLR. Este rifle estaba preparado para disparar cartuchos del 4,85mm, un calibre que las autoridades británicas pretendían que se convirtiera en el oficial de la OTAN. Sin embargo, la Alianza del Atlántico Norte se decantó finalmente por el 5,56mm estadounidense, por lo que la casa Enfield se vio obligada a remodelar su fusil de asalto y recalibrar el EM-2 al 5,56x45. Este fue el verdadero origen del SA80, un arma preparada para disparar el nuevo calibre de la OTAN y cuyo sistema de acción resultaba muy similar al del AR18 estadounidense (uno de los padres del 5,56mm).
Ante este clima de gran expectación, los soldados británicos acogieron con los brazos abiertos la llegada del nuevo SA80. Y lo cierto es que el arma en un principio apuntaba muy buenas maneras: se presentaba como un fusil compacto, de dimensiones reducidas, fácilmente manejable y con una elevada precisión, sobre todo gracias al visor SUSAT de 4 aumentos y retícula iluminada que incorporaba de serie. No obstante, estas excelencias y virtudes del SA80 poco a poco fueron quedando relegadas a un segundo plano en cuanto aparecieron los primeros problemas. Así, el SA80, también conocido a partir de entonces como L85A1, empezó a caracterizarse por sus continuas interrupciones y su escasa fiabilidad. En este sentido, se registraron fallos tan graves como que por ejemplo los cargadores podían caerse fácilmente del arma. En un principio, estos errores se achacaron a ciertas deficiencias en el diseño y al escaso y deficitario mantenimiento que los soldados británicos proporcionaban al arma. Sin embargo, con el paso de los años pronto se vio que no se trataba de simples problemas pasajeros, sino que el fusil había sido directamente mal concebido.
Uno de los escenarios donde más fielmente pudieron observarse las deficiencias del delicado SA80 fue la Guerra del Golfo de 1991. En aquel conflicto, los soldados de Gran Bretaña pudieron contemplar sobre el terreno cómo sus SA80 eran incapaces de superar las extremas condiciones climatológicas del desierto árabe. Esta circunstancia suscitó la aparición de un elevado número de protestas entre las tropas británicas, quienes se veían obligadas a tratar con sumo cuidado su L85 para que no sufriera las tan temidas interrupciones.
El SA80 equipado con lanzagranadasFinalmente, tras las traumáticas experiencias de la Guerra del Golfo y el conflicto de los Balcanes, en 1997 las autoridades británicas aceptaron la remodelación de sus fusiles de asalto. Se inició entonces una campaña de mejora del SA80 que fue llevada a cabo entre los años 2000 y 2002 por la compañía Heckler & Koch. Sin embargo, los resultados de esta campaña tampoco fueron del todo satisfactorios, algo que pudo comprobarse de nuevo en los conflictos de Afganistán e Irak (2003). Así las cosas, parece que las autoridades británicas han acabado rindiéndose a la evidencia y han aceptado reemplazar al SA80 como fusil de asalto oficial de sus tropas.
El nombre del sustituto y cuándo comenzará a equipar a los militares británicos es todavía una incógnita, aunque dos candidatos parecen perfilarse como las grandes opciones: el HK G36 y el FN F2000. El primero cuenta a su favor que es un arma probada con éxito en otros países, entre ellos España. Mientras que el F2000 tiene la ventaja de ser un rifle bull-pup, algo a lo que ya están acostumbrados los británicos por el SA80. En todo caso, y sea quien sea el elegido, parece que tendrá que adaptarse a uno de los nuevos calibres que aspiran a convertirse en oficiales de la OTAN: el 6,8x43 Rem SPC o el 6,5mm Grendel.
El SA80 es junto al FA MAS francés y al AUG austriaco uno de los primeros rifles bull-pup de la historia. Esta concepción implica un menor tamaño y, por tanto, una mayor comodidad en el transporte y en su uso en determinadas situaciones (combate urbano, espacios cerrados, etc.). Ahora bien, el diseño bull-pup del SA80 también le reporta una serie de destacados inconvenientes, como por ejemplo el hecho de que la ventana extractora esté ubicada en la parte derecha del arma, haciéndola no apta para tiradores zurdos. Otro defecto que presenta el SA80 como fusil bull-pup tiene que ver con su peso desproporcionado y desequilibrado. En este sentido, la parte trasera (donde se ubica el cargador de 30 cartuchos y el cajón de mecanismos) pesa más de la mitad del arma.
Por el contrario, entre las principales virtudes del SA80 se cita siempre su más que aceptable precisión. Para conseguir estas buenas agrupaciones juega un papel fundamental su visor SUSAT, ligero y fácilmente desmontable. El uso de esta mira óptica, unido a su escaso retroceso (conseguido gracias a su diseño bull-pup), permite a los tiradores obtener disparos muy precisos a distancias cercanas a los 100 metros.
En cuanto a su sistema de acción, el SA80 funciona por toma de gases y dispone de un dispositivo de cierre giratorio. Sus cargadores con capacidad para 30 cartuchos del calibre 5,56mm se introducen detrás del disparador, lo que permite contar con un arma más corta sin que esta reducción de dimensiones afecte al cañón. Como curiosidad referente a los cargadores, las primeras unidades del SA80 podían utilizar cargadores del M16, aunque en ciertas ocasiones su uso podía causar interrupciones.
A pesar de su mala fama y de haberse convertido en una auténtica pesadilla para los soldados británicos, en los últimos años han continuado apareciendo nuevas versiones y derivados del SA80. Se trata, por ejemplo, del L98A1 y de la carabina L22, ambos nacidos bajo el amparo de las autoridades británicas. Sin embargo, estos intentos de mejoras y actualizaciones siguen sin contentar a las tropas de la Gran Bretaña, quienes están pidiendo a gritos un sustituto para su “odiado” SA80. Será el G36, será el F2000, será una tercera opción… sólo el tiempo lo dirá.
Por el contrario, entre las principales virtudes del SA80 se cita siempre su más que aceptable precisión. Para conseguir estas buenas agrupaciones juega un papel fundamental su visor SUSAT, ligero y fácilmente desmontable. El uso de esta mira óptica, unido a su escaso retroceso (conseguido gracias a su diseño bull-pup), permite a los tiradores obtener disparos muy precisos a distancias cercanas a los 100 metros.
En cuanto a su sistema de acción, el SA80 funciona por toma de gases y dispone de un dispositivo de cierre giratorio. Sus cargadores con capacidad para 30 cartuchos del calibre 5,56mm se introducen detrás del disparador, lo que permite contar con un arma más corta sin que esta reducción de dimensiones afecte al cañón. Como curiosidad referente a los cargadores, las primeras unidades del SA80 podían utilizar cargadores del M16, aunque en ciertas ocasiones su uso podía causar interrupciones.
A pesar de su mala fama y de haberse convertido en una auténtica pesadilla para los soldados británicos, en los últimos años han continuado apareciendo nuevas versiones y derivados del SA80. Se trata, por ejemplo, del L98A1 y de la carabina L22, ambos nacidos bajo el amparo de las autoridades británicas. Sin embargo, estos intentos de mejoras y actualizaciones siguen sin contentar a las tropas de la Gran Bretaña, quienes están pidiendo a gritos un sustituto para su “odiado” SA80. Será el G36, será el F2000, será una tercera opción… sólo el tiempo lo dirá.
Descripción
Longitud:
770 mm.
Peso:3,86 kg.
Cañón:518 mm.
Calibre:5,56 mm
Rayado:4 estrias/dextrorsum
Funcionamiento:Toma de gases
Alimentación:Cargador 20 disparos
Vel. Inicial 90 m/seg.
Alza:Optica
770 mm.
Peso:3,86 kg.
Cañón:518 mm.
Calibre:5,56 mm
Rayado:4 estrias/dextrorsum
Funcionamiento:Toma de gases
Alimentación:Cargador 20 disparos
Vel. Inicial 90 m/seg.
Alza:Optica
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